Hay un Mexico en las Filipinas.

Tan cerca y tan lejos...

No he de negar que ansiosa, esperaba el momento de encontrar este letrero de camino desde Manila a Mexico- Pampanga.

Si bien me saltan preguntas acerca de el nombre de este lugar, ya habrá momento para encontrar las respuestas.

Por ahora me entregue por completo al camino y la compañía, por supuesto que ante la amabilidad de amigas que entienden y comparten la extrañeza del momento, no resulto ni raro ni difícil parar a un lado de la utopista y bajar a tomarse la foto.

Uno de los mejores comentarios de las tripulantes fue precisamente desear que fuera tan sencillo, estar en sólo 1 km cerca de los que amamos para luego regresar a la vida que construimos día a día en Asia.

En todo caso la metáfora resulta por demás encantadora y nostálgica. Originalmente buscaba esta imagen para terminar el video sobre Manila que concurso a principios de este año, y a estas alturas, ¿Quien soy yo para decir cuando deben suceder las cosas?

Literal, espiritual y fisicamente estoy en un lugar similar pero distinto al que me encontraba hace sólo unos meses, digamos que puedo abrir mis brazos al cielo y saltar sobre un pie sin temor a caer, mas no es resultado del equilibrio, es quizá entender que si me caigo me puedo levantar riéndome de mi torpeza.

A un año de mi primer visita a Manila, puedo decir que a penas empiezo a descifrar ese lenguaje sin diálogos, las señas, y un poco de la cultura. Yo soy la extraña, la extranjera, la de los modales raros y costumbres algo excéntricas  y estas personas a veces me sonríen y otras me miran con sospecha. Nunca seré parte de ellos, y ellos son parte de mi.

Soy mas acida que azúcar, y aun así también he aprendido a no dejar sin respuesta un buen saludo, una sonrisa y hasta un Karaoke desenfrenado!. Hay cosas y personas que no hay que entender, sólo hay que disfrutarlas.

Aunque no puedo evitar preguntarme a todo "¿por que? ¿por que tal o cual cosa? " todo, como cubetada de agua fría se responde "Por que así es"... complicadamente simple y sencillamente así es, punto!

Es algo que no puedo retener entre mis manos, atrapar en mi cabeza, no puedo fijar la vista o me perderé de lo escencial, es el camino y no el destino lo que expande las posibilidades.

Por muchos años vivi en un frasco bajo mi propia etiqueta, tan vieja y desgastada que con el tiempo,  en el mejor de los días sólo es posible adivinar lo que decía.  Ahora no lo puedo renombrar el contenido , sólo se que pareciera contener una sustancia que se transforma de gas a liquido, de fluido a plasma suspendido en el centro y rodeado de posibilidades que crecen, se extinguen y se generan de manera espontánea todos los días, sin etiquetas nuevas, sin necesidad de catalogarse para que encajen en ningún sitio porque se ha tornado maleable y cabe en cualquier lugar.

¿y por que no? hoy me he parado a 1 Km de un sitio llamado Mexico, le he visitado y he regresado a Manila en sólo unas horas, ni en mis sueños mas extraños esto ha sucedido.