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lunes, 31 de enero de 2011

Black Swan (cómo contar una metáfora para dummies)

Muchas expectativas pues esta es una de las historias favoritas de mi infancia. La premisa es muy sencilla, y no necesitaba tanto adorno para cumplir el objetivo.

Para quien ya la vio y le gustó,  pues bien, que envidia.

A mi parecer es una visión muy sobrada y pretenciosa, no logra desarrollar, construir, apuntar hacia una sola dirección, es cobarde cuándo necesita llegar a límites y no se decide por definirse de un lado.

Se pretende contar todo sin contar nada ni bien... La obsesión, la anorexia, la autodestrucción, la exigencia, la frustración, la perversión, etc...todo está desdibujado pero no se lanza al límite, mucho ruido y pocas nueces.

Ni miedo, ni horror, ni moraleja, ni redención. No, no se trata de ponerse exquisitos, es sólo que no puede evitar caer en la trampa, se apresura en apuntar lo obvio, como si el director no creyera en la inteligencia del espectador para descubrir la metáfora...

Es una pena, el argumento no es malo, es la ejecución y el desarrollo lo que es chocante.

¿Alguien se acuerda de la presentación del lago de los cisnes en Chapultepec con la narración estilo XEW donde te dicen que va pasando mientras entran los bailarines a escena? Pues bien, esta película no se queda atrás. Como las personas que van al cine y te van contando lo que ya estás viendo, así de desesperante y falto de respeto a la inteligencia.

El personaje de  Nina, su madre, Beth, el coreógrafo, y las compañeras de danza daban para mucho más, pero el director elige recursos pretenciosos y artificiales, es impaciente al desarrollar al personaje principal, es obvio, ingenuo y gratuito. Salí con la misma sensación de cuándo alguien te cuenta mal un chiste. Básicamente es como dicen en el socker, ¨la tenía y la dejó ir¨, el ego le ganó.

Es que  la evolución del personaje obsesionado con la perfección se queda a medias, el contexto de los personajes avanza demasiado rápido y luego se estanca en la justificación y recursos trilladísimos hasta que se pierde la esencia y desperdicia imágenes que pudieron ser hermosas.

Los detonadores emocionales se difuminan en el discurso, si, en un momento se apuntan y luego los mismos personajes no terminan de llegar hasta sus últimas consecuencias, se elige una redención que no construye, como si tuvieran miedo de no promover lo moralmente aceptado.

La autodestrucción de los personajes  termina en una moraleja inocente e inconsecuente, nunca me hizo sentir empatía, compasión o siquiera hacer conciencia...nada, cero.

Considerando el desarrollo, Nataly  maneja  la actuación con bastante gracia por lo que entiendo su nominación al Oscar, a reserva de ver el trabajo de las nominadas, no me atrevería a asegurar que se lo gane. Si bien es de esperarse que los bailarines no se crean nada de lo que ven, (con justa razón) a mi parecer este es un intento fallido.
Técnicamente la narración y coherencia está descuidada, la realización es excesiva en planos medios, le falta malicia, humildad.
La falta de claridad y el poco entendimiento de conceptos básicos de psicología y de los géneros cinematográficos es lo que la hunde, de no ser así, tendría más nominaciones.

Kubrick, Bergman, Dario Argento, podrían haber hecho una gran película. Sí, estamos hablando de directores muy distintos, pero esta historia podría haber tomado un curso muy interesante de haberse despojado de falsas pretensiones. Terror, pieza, drama psicológico, cualquiera menos este resultado indefinido y lamentable.

Cualquiera que conozca la historia de Wynona R podrá confirmar que parece muy barato poner un diálogo como el de la película, que hay elementos poco o nada aprovechados que se quedaron en el limbo, irse por lo fácil no es siempre lo mejor.

Black Swan es un Fight club mal entendido para niñas, demasiado obvio.

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